Publicado el Deja un comentario

28 diciembre 2008

Me agarré, entonces, el cabello,
muy alto con una liga.
Me miraste, te miré.
Me sonreíste, te sonreí.

Qué hipócrita somos, ¿no?
Que asco siento de ti y de mi.

Más aún así, aquí estoy
aguantando algo inmundo.

Hoy empezaré a fingir.
Hoy dejaré de fingir.
Y seguiré siendo sincera a mi misma.
A mi, mi más grande amor, querida.

Deja un comentario