La libertad de nuestros sentidos,
(4 de Diciembre de 2008)
Y el mundo entero no significa nada,
Y su rostro es cada vez más estúpido,
Y yo cada vez soy más estúpida.
Aunque ni tú, ni yo lo queramos pequeña.
Y gota a gota la negrura de mis ojos se pierde más;
Y a él no le importa,
Y a él nunca le importará.
Sólo a mi dulce voz de siempre.
Sólo espero ahora lo peor.
Y la respuesta a su pregunta siempre será sí.
El último abrazo fue el adiós,
Me lo repite la voz que siempre me acompaña.
Ahora estamos tú y yo otra vez,
Sentadas,
Yo sufriendo,
Tú amándome,
Como siempre amándome.
¿Qué más puedo esperar día tras día de ti pequeña?,
Amándome, siempre porque soy tu locura.
(4 de Diciembre de 2008)
Hoy,
Sentada aquí,
No soy la misma de siempre,
Y no lo volveré a ser jamás.
Hoy aquí, he perdido tanto,
Y aún no lo puedo olvidar.
Y él allá,
Tan tranquilo,
Tan insensible.
Le pregunto a él una y otra vez porque no lo debería detestar,
Detéstalo,
La voz de siempre me dice.
Cumpliendo mis fantasías de destrucción,
Cumpliendo mis deseos de dolor.
Sólo espero haber teñido su piel,
Así como él fue capaz de teñir la mía.
Sólo deseo que sus ojos vean lo que yo.
(4 de Diciembre de 2008)
Mi respuesta a su pregunta es sí.
Levanta la cara bella,
Dice la voz que siempre me acompaña.
Y gota a gota la negrura de mis ojos se escapa.
Se pierde entonces la sinfonía de la vida,
Se va entonces la pequeña hada…
Si supiera como sentir dicha todo sería mejor,
Si supiera como matarlo quizá ahora no sufriría por su maldito amor.
Y mis ojos buscan ese cariño en sus ojos,
Ese cariño que no existe,
Para mí.
Ese cariño que no existirá.
Para él todo es fácil,
Él, fuerte, que contra el mundo puede solo.
Para mí cada cosa es una muerte más,
Yo, débil, que con mi vida no puedo lidiar.
Hoy,
Con la vida hecha mil pedazos él me pide que me vaya.
Hoy,
Sin motivo ni razón,
O quizá con ellos,
Me di cuenta que es mejor dejar de mirarlo.
Hoy no veo nada donde sea que él esté.
Hoy aquella marca duele más.
Hoy ni el magenta me da vida.
Hoy ni el veneno me puede matar.
Mi respuesta a su pregunta seguirá siendo sí,
Hasta que amanezca,
Hasta que llegue el ocaso,
Hasta que el sol deje de brillar.
Y entonces ese día la voz de él morirá.
Amor mentiroso tus manos entregas,
Ruiseñor falso tus cantos me das.
Silencio.
Quedas bello,
Fecundo de vida asquerosa,
Quedo sola,
Estéril de sueños para tu memoria.
Avanzas a la opera odiosa,
Quedo sola.
Viejo hermoso,
Yo petulante embarazada horrorosa.
Hoy le pido a él me deje morir,
Hoy le suplico me deje ir.
Él no me lo permite,
Él no me deja huir.
Él mueve mi vida a su antojo,
Él me seduce a su baile enfermo de crueldad.
Hoy lloro junto a sus pies,
Hoy el me ata para que no intenta volver a escapar.
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En una nube escasa de ideas.
Sin deseos de pintar.
Con sueños que no quieren navegar.
Sin nada…
Con todo.
Vacía.
Caminando en un infinito sendero,
Habitando en un infinito sueño;
Amada hermosa,
Amante bello.
Tendida entre cantos y cuentos,
Dormida entre música y sonetos.
Abrumada, perdida;
Coloreando una danza tétrica sin vida.
Egoísta que no se presta ni dona,
Corrupta que no teme ni llora.
Fanática extrema,
Burguesa eterna.
Señora de Bestias y Momias.
Amada de odio,
Amante sin dueño.
Vacía y vana;
Maldita pena tirada en el suelo.