Esperanza tienen las vírgenes que aguardan con ansias a algún príncipe. Yo sólo tengo ganas y desesperación.
He olvidado muchas cosas durante el camino en taxi entre ellas las ganas de esperar tonterías. Me he vuelto más cínica con el paso de las horas y he transformado mi triste tristeza en ira.
Soy pequeña y mi corazón angustiado grita maleficios a los que pretendan darme amor.
Soy pequeña pero mi alma es tan antigua como los sueños de libertad.
Buenos días, estoy aquí, despierta mirando al sol nacer, el carga mi dolor sobre sus rayos y es guardián de mi desesperación.
Buenos días, está es otra mañana de sufrimiento. Estoy gritando a ti, dios, que existes en algún lugar muy lejano que no me permitas quebrar.