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Cambios

Muchas personas dicen que finalizar una relación amorosa cambia totalmente la perspectiva en la que percibimos nuestras vidas. Yo, por otro lado, pienso que finalizar cualquier cosa, cerrar capítulos o terminar etapas es lo que realmente vuelca nuestra vida.

Había tenido en una relación amorosa destructiva durante 2 años y 1 mes y unos cuantos días. Una relación que no era lo que yo deseaba para mi futuro, pero que me mantenía en mi zona de confort y me hacía sentir segura mientras evitaba enfrentarme a estar sola conmigo misma.

— No entiendo qué soy o quién soy ahora. — fueron algunas de las últimas palabras que le dije después de haber terminado. Unas horas después de haberle dicho esto entendí que soy alguien sin importar con quién esté. Que soy un ser humano valioso sin importa mi raza, mis amigos, o si estoy soltera o no. Durante muchos años había vivido con el paradigma de que necesitaba que las personas que me rodean me definan y le den valía a mi existencia. Hoy me he dado cuenta que lo que realmente debe importarme es el papel que yo misma me doy en mi vida, quién soy para mí y hacia dónde quiero ir.

Varios meses atrás había comprendido que lo que debía hacer era dejar esa relación, pero yo seguía ahí, necia y miedosa; buscando la forma de que funcionara, buscando la manera de adaptarme al dolor y continuar con eso, o buscando la forma de hacer que él se quedara conmigo.

En algún momento de mi vida creé el paradigma de que \”solo un profesional iba a resolver mis problemas de inseguridad,\” que \”jamás tendré una relación normal\” y que \”un dolor quita otro dolor.\” Y así andaba: sacándome un dolor con otro, quitándome una astilla del dedo enterrando otra sobre la misma herida sin darle un respiro a la llaga.

Estaba llena de miedo, de paradigmas e inseguridades y no me había dado cuenta que ninguna de estas cosas solucionaba de verdad los conflictos que me hacían infeliz. Iba de estar triste por X cosa a estar triste por Y cosa. De lloriquear por mis problemas con \”Juan\” a lloriquear por mis problemas con \”Pedro\”. (No conozco a ningún Juan, ni a ningún Pedro, por si acaso se lo estaban preguntando.) 

 

Hoy veo que los cambios son buenos, los cambios nos obligan a tomar decisiones, buscar nuevos rumbos para avanzar y empezar a ver posibilidades donde antes no las veíamos. Los cambios nos incitan a hacer cosas que, quizá queríamos hacer pero que no nos atrevíamos.

He decidido que solo por hoy voy a ser feliz, solo por hoy voy a ser libre. Y ese va a ser mi mantra, voy a repetirlo todos los días al despertar y todos los días al acostarme hasta quedarme dormida. Porque este cambio de perspectiva me ha impulsado a lanzarme a conseguir algo que antes no creía posible: La felicidad.

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Días como hoy

Días como hoy fantaseo con las formas para acabar con mi vida.
Imagino la forma en la que el cuchillo rebanará mi piel.

Estoy perdiendo el control, perdiendo el sentido común.

Más fuerte es el miedo, el asco, la desesperación. Días como hoy me golpeo hasta lograr entumecer mis sentidos, mi alama.

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Días como hoy

Días como hoy fantaseo con las formas para acabar con mi vida.
Imagino la forma en la que el cuchillo rebanará mi piel.

Estoy perdiendo el control, perdiendo el sentido común.

Más fuerte es el miedo, el asco, la desesperación. Días como hoy me golpeo hasta lograr entumecer mis sentidos, mi alama.

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Nada

Un mar de lágrimas, una fluida corriente de tristeza recorre mi rostro. Ironía, soledad, negación.

Ruego a alguna fuerza superior con el afán de que las horas transcurran con mayor rapidez y el dolor se disipe, y la angustia pare.

Quiero que esto detenga, quiero detenerme. Los sonmiferos han perdido su efecto y el miedo crece, las pesadillas aumentan, la desesperación burbujea en mi interior y las ideas, los pensamientos de horror, tristeza e inseguridad despedazan mi cerebro.

Quiero detenerme. En mi cerebro las pesadillas carcomen la percepción que tengo de la realidad. Paranoia.

Quiero detenerme.

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Nada

Un mar de lágrimas, una fluida corriente de tristeza recorre mi rostro. Ironía, soledad, negación.

Ruego a alguna fuerza superior con el afán de que las horas transcurran con mayor rapidez y el dolor se disipe, y la angustia pare.

Quiero que esto detenga, quiero detenerme. Los sonmiferos han perdido su efecto y el miedo crece, las pesadillas aumentan, la desesperación burbujea en mi interior y las ideas, los pensamientos de horror, tristeza e inseguridad despedazan mi cerebro.

Quiero detenerme. En mi cerebro las pesadillas carcomen la percepción que tengo de la realidad. Paranoia.

Quiero detenerme.

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Sábado 22 agosto 2015

9:43 am

Al final del día no tengo nada más que un manojo de locura y soledad.
Nuevamente tengo aquellos pensamientos en la cabeza: debería acabar con todo esto, debería matarme.
Nada de lo que hago, tengo o quiero tiene sentido. Mi vida no tiene sentido. Ando sin una meta o un rumbo. Continúo rogandole al primero que se aparece en mi cambio por migajas de atención. Debería estar muerta.

Al final no tengo nada.

He manejado mi vida de tal forma que nada funciona correctamente. La he manejado de tal forma que nada de lo que obtengo es lo que quiero. Debería matarme.
Estoy parada junto a la cama, vacía. Nada tiene sentido. Esto no es lo que quiero, esto no es lo que esperaba. Debería matarme.

Qué estoy haciendo con mi vida? Hacia dónde voy? Continúo operando se la misma forma, acumulando la misma mierda. No tengo futuro. Mi vida no tiene sentido. Estoy sola y ni siquiera yo quiero está conmigo misma. Debería matarme.

Veo la vida de otras personas y todos parecen ser parecen tan felices, tan normales, tan resplandecientes. Debería matarme.

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Sábado 22 agosto 2015

9:43 am

Al final del día no tengo nada más que un manojo de locura y soledad.
Nuevamente tengo aquellos pensamientos en la cabeza: debería acabar con todo esto, debería matarme.
Nada de lo que hago, tengo o quiero tiene sentido. Mi vida no tiene sentido. Ando sin una meta o un rumbo. Continúo rogandole al primero que se aparece en mi cambio por migajas de atención. Debería estar muerta.

Al final no tengo nada.

He manejado mi vida de tal forma que nada funciona correctamente. La he manejado de tal forma que nada de lo que obtengo es lo que quiero. Debería matarme.
Estoy parada junto a la cama, vacía. Nada tiene sentido. Esto no es lo que quiero, esto no es lo que esperaba. Debería matarme.

Qué estoy haciendo con mi vida? Hacia dónde voy? Continúo operando se la misma forma, acumulando la misma mierda. No tengo futuro. Mi vida no tiene sentido. Estoy sola y ni siquiera yo quiero está conmigo misma. Debería matarme.

Veo la vida de otras personas y todos parecen ser parecen tan felices, tan normales, tan resplandecientes. Debería matarme.

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Una selva en la cabeza

Días como hoy aparece en mi cabeza una gran idea, pero en el transcurso entre buscar el cuaderno, el lápiz y el borrador para escribirla o graficarlo, se me escapa.

DSCN3777

Es como si mis ideas surcaran la selva de pensamientos que tengo en la cabeza y justo, cuando creo que he capturado a la pantera (como si la idea fuera una pantera y yo un cazador en la selva).
Así que, para no quedarme sin ilustrar decidí dibujar ese momento en el mi cabeza es una selva.

¡Cuéntame cuando fue la última vez que te olvidaste lo que ibas a hacer justo antes de hacerlo!