Podría volver a ti, correr a tus brazos de nuevo y quedar prendada de ellos para siempre jamás. Podría convencerme de que eres “eso” que estoy buscando. Que tienes todo lo que necesito, y que al fin logré armar mi rompecabezas.Y luego tú solo, tú y los mil y un demonios que llevas dentro me abofetean en la cara recordándome que eres el peor de los errores que jamás podría o volvería a cometer.
Una noche. Estoy plantada frente al espejo encarándome, cuestionándome. Dando vueltas sobre las ideas compulsivas que no me permiten que deje de preguntarme ¿qué diablos estoy haciendo?
—Podría volver a ti— Le susurro a mi reflejo imaginando que me escuchas, y me conmociona darme cuenta que lo estoy considerando. —Realmente ¿podría tenerte a mi lado para siempre? —