Tenía la cabeza llena de ideas desordenadas, en sus entrañas burbujeaban emociones sin contabilizar. Había un zumbido en sus oídos, el miedo bailaba frente a sus ojos.
-Todo o nada- pensaba, y le temblaban las manos -todo o nada- se decía para consolarse.
Una mente alborotada al borde de la locura, siempre en el límite de perder el control; y las voces que la presionaban para hacerla explotar.
-Todo o nada- pensaba, y le temblaban las manos -todo o nada- se decía para consolarse.
Una mente alborotada al borde de la locura, siempre en el límite de perder el control; y las voces que la presionaban para hacerla explotar.
-Esto ocurre por el deseo de mantenerte viva que tienes guardado en el corazón- hablaba para sí misma.
-O quizá no- susurraba la voz en su cabeza.
-Todo o nada- le replicaba a su mente.
-Todo o nada- le desafiaba la voz.