Recuerdo a mi abuela continuamente: cada vez que cocino tortillas de maíz, cuando me percibo el aroma del perfume que usaba, cuando escucho Por una Cabeza de Carlos Gardel.
Ella era mi persona favorita, era graciosa, estricta, creativa, amorosa y siempre estaba dispuesta a cocinar para las personas que fueran a su casa.
Y aunque la amo y la extraño creo que jamás le dije lo que sentía. Vengo de una familia con el llanto fácil y expresar sentimientos es la excusa para dar paso a un río de lágrimas que prefiero evitar. Nunca antes la había dibujado y la menciono escasamente. ¿Cómo hablas de alguien que te hace falta sin pena? ¿Cómo expresas lo majestuosa que fue su existencia y que resientes que se apagara como una mariposa, muy pronto?
Hay algo en su ausencia que me quiebra; hay algo en las pérdidas y despedidas que me sumerge en una asfixiante sensación de abandono. Aún ahora de vez en cuando sueño con ella volviendo del hospital el último día, cuando el veredicto ya había sido dictado y solo quedaba esperar. Y en sueños la pierdo de nuevo, una y otra vez. Y la lloro un centenar de veces más hasta que el cruel espejismo se rompe por el dolor y despierto sólo para recordar que genuinamente ya no está.
Esta viñeta surgió durante un viaje en bus al centro con Fran, yo le contaba la necesidad que tengo hablar con ella para que me guíe por el camino correcto y como con el paso de los años sus consejos llegaban a la distancia con preguntas en mi mente: ¿qué pensaría ella de las cosas que estoy haciendo, de las personas que están en mi vida y de cómo actúo con otros?
Estoy agradecida por todas las cosas que me legó, por el amor al arte que condujo desde lo que aprendió de mi abuelo a mis manos, mi mente y mi corazón.
Me queda pendiente presentarle a las personas que quiero, me gustaría saber las bromas que le haría a Fran por sus ojos achinados, qué tipo de conversaciones tendrían, o qué le pediría que construya con madera.
Me queda pendiente una vida de historias por contarle, de dibujos por mostrarle y recetas que nunca me enseñó.
En mi interior sigue vivo su recuerdo.
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[…] días he estado conversando con Fran, y después de leer este post él me sugirió que vuelva a escribir, que cuente las historias que hay en mi cabeza, las cosas que […]