
Recuerdo a mi abuela continuamente: cada vez que cocino tortillas de maíz, cuando me percibo el aroma del perfume que usaba, cuando escucho Por una Cabeza de Carlos Gardel.
Ella era mi persona favorita, era graciosa, estricta, creativa, amorosa y siempre estaba dispuesta a cocinar para las personas que fueran a su casa.