No volveré a ver al ají seco con los mismos ojos.
Esta viñeta está basada en una hechos de la vida real. Ocurrió hace 4 días mientras Fran y yo veíamos Harry Potter y la Orden del Fénix, y comíamos pizza.






La moraleja: nunca recostarse en las piernas de una persona que come cualquier alimento con ají seco, y nunca comer ají seco y sobre la cabeza de otra persona. Siempre en caso de emergencia llamar a un doctor de confianza.
Algún día, cuando nuestra descendencia vea estas ilustraciones, sabrán todas las veces que nos aporreamos entre nosotros sin mala intención.
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