Su cuerpo y mi cuerpo, durante un breve instante en perfecta sintonía. Sus ganas y mis ganas, saciándose juntas.
Una noche, mil palabras silenciadas por nuestros besos. Ambos, él y yo, estamos juntos en la penumbra, acercándonos a la gloria.
Nada más existe, nada más importa. Estamos juntos y eso es todo lo que necesitamos para llenar nuestras alamas.
Sus manos, grandes, cubren perfectamente la desnudez de mi pequeño cuerpo. Su corazón abraza el mío, nuestros ojos se devoran en el silencio que nos observa con morbo.
Estamos juntos, una noche, después de tanto tiempo.