
En este instante no logro recordar algún momento de mi vida en el que no sintiera miedo, desconcierto o nerviosismo.
A veces pienso que el miedo es parte de mi configuración, como un plug-in que vino instalado de fábrica en el software de mi cerebro. Suelo creer que estoy mal, que quizá sentir tanto miedo es una muestra de debilidad o desequilibrio.
Quizá el nerviosismo es cosa de familia, quizá de niña fui condicionada a estar asustada para “mantenerme a raya” y no “hacer quedar mal” a mis padres. Y es bastante posible que crecer en un hogar estricto cosechara en mi psiquis el insondable terror a fracasar, a no ser perfecta. Paso gran parte del día con miedo a decir o hacer algo desatinado, a equivocarme, a no ser la mejor amiga, compañera, trabajadora, ilustradora o mujer. Y por miedo a la muerte psicológica que provocaría el fracaso callo mis pensamientos, guardo mis opiniones, me aparto de las personas, descarto mis dibujos mucho antes de mostrarlos a alguien y lloro en silencio cuando nadie me ve.
El miedo ha hecho de mi una mujer a medias que añora compañía pero le aterra no ser aceptada. Prefiero alejarme primero, abandonar antes que ser abandonada, descartar relaciones como quien bota un chicle sin sabor, y me encierro en mis viciadas cuatro paredes para no ver a nadie.
¿Cuál es la solución?
Sé muy bien que mi miedo se cura con cercanía, los fantasmas en mi cabeza se alejan cuando mis personas queridas se sientan a mi lado y solo con su presencia recuerdo que no estoy sola, aunque yo fuerce a mi cerebro para que crea lo contrario.
He aprendido que el amor es un vehículo y una meta. Un camino de aprendizaje, de compasión conmigo misma y un arma para vencer el miedo. Hablar sobre las cosas que me aterra disminuye el tamaño psicológico de mi temores, los transforma de etéreos demonios a situaciones medibles y superables.
Si tú también estás en este viaje, ven toma mi mano y vayamos juntos a enfrentar las sombras.

#11: El Burnout y por qué deberíamos tomar vacaciones
Capítulo del podcast donde hablo sobre cómo el excesivo consumo de redes sociales afecta la Salud Mental.
#10: Salud Mental y Redes Sociales
Capítulo del podcast donde hablo sobre cómo el excesivo consumo de redes sociales afecta la Salud Mental.
#9: Curiosidad y Creatividad
En este capítulo hablo sobre cómo nos afecta la sobre identificación con ciertas etiquetas y doy 7 pasos para trabajar trabajar en esto.
Recibe nuevo contenido directamente en tu bandeja de entrada.
Awww que hermoso! esto me hizo recordar mis propios miedos internos. Ese miedo que tenemos las mujeres a ser exitosas quizás viene de donde describes, que nos enseñaron a ser perfectas y lo que nos frena es no serlo! y por eso nos limitamos constantemente y no nos atrevemos, vaya que es un lío mental en la cabeza que de a poco con apoyo y con nuevas metas vamos superando.
Gracias por escribir tan lindo!
Muchas gracias Winny, creo que todos tenemos que resolver este tipo de líos mentales. Y para estos casos recuerdo la frase de Malala Yousafzai: I am more stronger than fear.