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Delirio IV

(El Fín…)

Hoy por fin el santo cordero envenenado murió.

Adiós amada,
Adiós amor.

La muerte para mí nunca bastara,
Y añorándote en aquella vida andaré sin pensar.

Hoy por fin todo el dolor de verte agonizar acabo,
Y junto a la dicha de no verte llorar esta la margura de no tenerte aquí jamás.

Adiós amada,
Adiós amor.

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